Lo primero que vamos a hacer es triturar las galletas. Para ello podremos hacerlo de forma manual con un mortero o bien colocarlas en una bolsa con cierre zip y aplastarlas con un rodillo. Una forma mucho más rápida de hacerlo será utilizar un procesador de alimentos. Intentaremos que nos queden unas migas lo más finas posibles y sin trozos.
En este momento, derretimos la mantequilla a temperatura media durante unos segundos en el microondas, y la agregamos a la galleta molida.
Vamos a mezclar muy bien hasta obtener una mezcla homogénea. Buscamos una textura como de arena mojada.
Vertemos la mezcla en el molde y la repartimos de forma homogénea, intentando que nos quede un grosor uniforme. En función del relleno a colocar, cubriremos solo la base del molde o bien la base y las paredes. Podremos ayudarnos con un vaso, una cuchara o una espátula para que nos quede una base compacta y se ajuste perfectamente al molde.
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Notas
Como ya hemos adelantado, podrás usar el tipo de galletas que más te gusten y que mejor se adapten al relleno a utilizar. Además, te he dejado varios trucos para darle sabor de forma fácil y rápida.