Brochetas de pollo caprese (con tomate, mozzarella y albahaca)
Pincho casero de pollo, tomate cherry, con mozzarella y albahaca frescas. Una brocheta sencilla, ligera y saludable pero llena de sabor ¡baja en calorías!
Servings: 5 brochetas
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo grande
- 10 bolitas de mozzarella
- 20 tomates cherry
- Aceite de oliva
- Pimienta recién molida
- Hojas de albahaca fresca
- Sal en escamas
Elaboración paso a paso
- Limpiamos y secamos los tomates cherry.
- Troceamos el pollo en dados del mismo tamaño. De una pechuga de pollo grande, yo he sacado 20 trozos del mismo tamaño, suficiente para preparar 5 brochetas.
- En un palo para brocheta vamos ensartando los tomates cherry y los trozos de pollo, alternándolos para que nos vaya quedando uno de cada. En total, yo he colocado 4 dados de pollo y 4 tomates en cada brocheta. Verás como queda bastante hueco en ambos extremos de la brocheta, pero debemos dejarlo vacía para colocar la mozzarella en el último momento.
- Sazonamos el pollo con una pizca de sal y pimienta recién molida y lo cocinamos a la plancha o en una barbacoa con un chorrito de aceite de oliva hasta que estén listos. Recuerda ir dándoles la vuelta para que se cocinen de forma uniforme.
- Mientras tenemos las brochetas en el fuego, limpiamos y secamos las hojas de albahaca, las colocamos una encima de la otra y las enrollamos haciendo un hatillo. Las troceamos finamente y las reservamos para el final.
- Retiramos las brochetas del fuego y, rápidamente antes de que se enfríen, colocamos una bolita de mozzarella en cada extremo.
- Sazonamos con sal en escamas y espolvoreamos la albahaca picada por encima.
- Las serviremos inmediatamente antes de que se enfríen.
Al pulsar el botón "Play" se cargarán las cookies de Youtube. Si deseas cargarlo sin cookies pulsa aquí
Notas
Ten en cuenta que será muy importante colocar las bolitas de mozzarella una vez que la brocheta esté perfectamente cocinada. Ya que si llevamos el queso al fuego se derretiría y se caería de la brocheta. De todas maneras, al colocarla nada más sacarla del fuego, el calor residual calienta ligeramente la mozzarella, dándole una textura irresistible. Si no consigues bolitas de mozzarella, podrás compran una bola grande y cortarla en dados de un bocado.