En primer lugar hacemos un pequeño agujero en la base del vasito del queso fresco, de esta manera entrará el aire y el queso saldrá entero de forma muy fácil.
Cortamos el queso fresco en rodajas del grosor deseado.
A continuación, colocamos una loncha de queso fresco sobre cada tosta y agregamos un poco de miel por encima.
Le damos el toque final con una nuez entera encima, la cual se quedará pegada gracias a la miel.
Al pulsar el botón "Play" se cargarán las cookies de Youtube. Si deseas cargarlo sin cookies pulsa aquí
Notas
En esta ocasión yo he utilizado nueces para darle el toque crujiente y complementar su sabor, pero podrás usar cualquier fruto seco que te guste. Los pistachos o las avellanas también van genial con estos sabores.Si quieres una variante a esta receta, el queso fresco combina muy bien con la mermelada de frutos rojos.