En primer lugar pelamos y picamos muy finamente la cebolla y los dientes de ajo. Los pocharemos con una pizca de sal en una sartén con un chorrito de aceite de oliva.
Limpiamos el confit de pato de huesos y piel y lo picamos muy finamente con un cuchillo. Si prefieres un relleno más fino, podrás picar la carne con un procesador de alimentos, pero a mi me gusta más que se noten los trocitos pequeños en el relleno.
Cuando la cebolla esté tierna, agregamos el confit de pato y la salsa de tomate, preferiblemente casera. Mezclamos bien y cocinamos unos 3 o 4 minutos todo junto. Pasado este tiempo, retiramos del fuego y lo dejamos atemperar para poder rellenarnos sin quemarnos.
Cuando podamos manipular el relleno sin quemarnos, podremos rellenar las placas de pasta escogidas. En esta ocasión yo estoy usando unos tubos de pasta precocinada que se rellenan en crudo y se cocinan directamente en el horno. Mi recomendación es que tanto si usas unos tubos similares como si utilizas placas de pasta, sigas las instrucciones del fabricante para prepararlas antes de rellenarlas.
Con la ayuda de una manga pastelera o una cuchara vamos rellenando todos los canelones.
Los colocamos uno al lado del otro en una fuente apta para horno y vertemos toda la salsa bechamel por encima.
Espolvoreamos la superficie con queso parmesano rallado al gusto y los introduciremos en el horno precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo unos 20 minutos. Los últimos 5 minutos, encenderemos el grill para que el queso quede bien doradito y gratinado.
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Notas
Para que la elaboración de estos canelones nos resulte más rápida y sencilla usaremos confit de pato comprado. Lo venden envasado en las neveras de algunos supermercados y también enlatado.Podrás preparar esta misma receta utilizando cualquier tipo de carne ya cocinada que te haya sobrado. De esta manera, preparar canelones de cochinillo, pollo asado, pato, jamón asado o lechona es muy fácil y rápido. Además es una muy buena forma de no desperdiciar las sobras de comida o incluso de hacer que rindan más en la mesa.Recuerda que los canelones son un plato que debe servirse bien caliente. No obstante podremos dejarlos listos con antelación y gratinarlos en el último momento para que cojan color y temperatura ¡estarán como recién hechos!