Salpimentamos las chuletas al gusto y las colocamos sobre una bandeja apta para el horno.
Limpiamos y cortamos el tomate en rodajas finas y las colocamos sobre las chuletas de aguja.
A continuación, encima de las rodajas de tomate, añadimos un poco de salsa de tomate al gusto. Como he usado salsa de tomate casera y ya está sazonada, no le añado ni sal ni pimienta.
Colocamos una loncha de nuestro queso semicurado favorito encima de la salsa y espolvoreamos con un poco de orégano seco y unas escamas de guindilla (opcional, solo si quieres darle un toque picante).
Introducimos las chuletas en el horno precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo. Yo las he tenido unos 17 minutos, pero el tiempo de horneado dependerá del grosor de las chuletas y del punto que te guste darle a la carne.
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