Receta y consejos para preparar las mejores croquetas de bacalao de forma muy fácil. Una receta perfecta para principiantes y amantes de un buen aperitivo.
En primer lugar pelamos y picamos la cebolla y el ajo muy finamente. Los pochamos en un cazo a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal hasta que la cebolla esté tierna y transparente, unos 15 minutos aproximadamente.
Aprovechamos este tiempo para trocear el bacalao en dados pequeños.
Cuando la cebolla esté lista, agregamos el pescado. Iremos removiendo con una cuchara de madera para que se cocine de forma uniforme y nos ayudaremos de la cuchara para ir desmigando el bacalao a medida que se va cocinando. Salpimentamos al gusto.
Cuando el pescado esté cocinado, agregamos la cucharada de mantequilla, la harina y una pizca de nuez moscada. Mezclamos muy bien para que la harina se integre completamente al pescado y vamos removiendo constantemente durante aproximadamente un minuto para que la harina se tueste ligeramente.
En este momento y sin dejar de remover, iremos agregando la leche muy poco a poco, solo así conseguiremos un relleno cremoso y sin grumos. Cuando ese primer pequeño chorrito de leche se haya integrado perfectamente a la masa y haya espesado, agregamos un poco más y seguimos removiendo. Seguiremos así hasta integrar toda la leche. La cantidad de leche indicada es orientativa, pues buscamos una masa espesa pero a la vez cremosa. Cuando removamos con la cuchara de madera, la masa se debe ser lo suficientemente espesa como para separarse del cazo o sartén al dibujar una línea. Ten en cuenta que en este momento la masa seguirá siendo demasiado líquida para dar forma a las croquetas, pero no te preocupes porque al enfriarse cogerá cuerpo.
Cuando la masa tenga la textura correcta la probamos y, en caso necesario, corregimos el punto se sazón. Dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que se enfríe.
Colocamos la masa de las croquetas en un recipiente y lo tapamos «a piel» con film (es decir, que el film toque la masa) y lo dejamos acabar de enfriar por completo en la nevera. Pasadas un par de horas verás como la mezcla ha espesado, por lo que te resultará mucho más fácil darle forma a las croquetas.
Cogemos una pequeña porción de masa y le damos forma a las croquetas con las manos o con una cuchara. Podremos hacerlas alargadas o redondas y del tamaño deseado, aunque mi consejo es hacerlas de unos dos bocados.
Las pasamos por huevo batido y después las rebozamos con pan rallado, asegurándonos de que han quedado bien empanadas.
Las freímos en abundante aceite bien caliente, dándoles la vuelta con cuidado cuando estén doradas. Las dejamos escurrir unos segundos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Las serviremos inmediatamente antes de que se enfríen.
Notas
Recuerda que la cantidad de croquetas resultantes dependerá de la forma y el tamaño que les demos. Podremos hacerlas tanto redondas como alargadas y mi recomendación es que las hagamos de unos dos bocados aproximadamente para combinar la cantidad justa de relleno con el rebozado exterior.Siguiendo esta misma receta podrás usar cualquier pescado de tu elección, asegurándote siempre de que has eliminado previamente todas las espinas.El sofrito inicial es la clave para conseguir unas croquetas muy sabrosas, así que es importante no saltarse este paso.A la hora de preparar croquetas de pescado es muy importante vigilar el punto de sal. Pues no debemos pasarnos, ya que el bacalao es saladito y resultará muy fácil pasarse de punto.La clave para conseguir unas croquetas cremosas es agregar la leche muy poco a poco y no dejar de remover durante el proceso. Solo así evitaremos la formación de grumos y conseguiremos un resultado de lo más sedoso.
Cómo congelar las croquetas caseras
Una vez tengamos todas las croquetas preparadas (y antes de freírlas), podremos congelar las que no vayamos a consumir ese día. Hacerlo es muy fácil, solo tendremos que colocarlas una al lado de la otra en un plato o bandeja cubierto por film transparente y llevarlas al congelador durante un par de horas. Cuando se hayan congelado por completo, las colocaremos todas juntas dentro de una bolsa de congelación bien cerrada.En el momento en el que queramos cocinarlas, solo tendremos que freírlas en aceite bien caliente. Lo haremos directamente y sin descongelarlas primero.