Empezaremos troceando el chocolate y lo derretimos en el microondas o al baño maría. Yo voy a hacerlo en el microondas y para ello bajamos a media potencia y lo vamos calentando en intervalos de 30 segundos. Removemos bien y repetimos hasta que esté perfectamente fundido. Ten en cuenta que es muy importante hacerlo de esta manera para que no se queme, pues un chocolate quemado no se podrá recuperar y tendremos que tirarlo.
En este momento ya podremos empezar a dar forma a los huevos. Hacerlo es super fácil gracias a este tipo de moldes. Lo primero que debemos saber es que no debemos engrasar el molde antes de verter el chocolate en él. Además, en esta ocasión yo utilizaré también el boli decorativo de Tupperware, el cual está elaborado de silicona y es super fácil de rellenar y utilizar.
Con todo preparado, podremos empezar a hacer una primera capa de chocolate dentro del molde. Para hacerlo, vertemos un poco de chocolate, lo repartimos muy bien con una cuchara, una brocha o una espátula de silicona y escurrimos el exceso.
Vamos a hacer lo mismo en todas las cavidades. En esta ocasión yo haré huevos de diferentes colores, por lo que el primero lo haré en chocolate blanco; el segundo de chocolate negro con rayas blancas; y los dos últimos de chocolate negro. Para hacer el de rayas blancas (o cualquier otro dibujo que se te ocurra), vamos a dibujar las rayas con la ayuda del boli de silicona. Si no dispones de uno podrás usar una manga pastelera e incluso una cuchara. En este momento vamos a llevarlo al congelador durante 5 minutos para que endurezca el chocolate blanco y, a continuación, podremos colocar el chocolate negro encima. Si no dejamos que endurezca antes de colocar el otro chocolate, se acabarían mezclando y no quedaría un dibujo definido.
Llevamos el molde durante 5 minutos al congelador para que el chocolate solidifique bien.
En este momento, repetiremos con una segunda capa de chocolate, la cual podrá ser con el mismo chocolate que hemos hecho la primera, o con un chocolate diferente. En esta segunda capa, será importante intentar darle un grosor uniforme al huevo, pues si las paredes del huevo quedan muy finitas, se rompería con facilidad.
Antes de que el chocolate solidifique podremos aprovechar para agregar unos sprinkles o frutos secos picados, los cuales se quedarán pegados en el chocolate por la parte interior del huevo.
Enfriamos otros 5 minutos o hasta que el chocolate esté perfectamente duro.
Con cuidado a no romper los huevos, los vamos sacando del molde con cuidado. Hacerlo es muy fácil y además, como puedes observar en el vídeo, el chocolate sale muy brillante.
Finalmente, vamos a cerrarlos. Antes de hacerlo podrás colocar lo que quieras en su interior. Para cerrarlos, calentamos una sartén y, cuando esté templadita, la retiramos del fuego. Colocamos las dos mitades de un huevo sobre la sartén caliente para derretir y alisar los bordes. Rápidamente, los juntamos y sujetamos durante unos segundos hasta que se hayan pegado.
Repetiremos con el resto de huevos.
Al pulsar el botón "Play" se cargarán las cookies de Youtube. Si deseas cargarlo sin cookies pulsa aquí
Notas
En esta ocasión yo he combinado el chocolate blanco y el chocolate negro o con leche, pero podrás usar un único tipo de chocolate en función de tus gustos. Otra opción es utilizar chocolate de colores o candy melts.Una vez listos, podrás rellenar los huevos de chocolate con lo que más te guste: un pequeño juguete, frutos secos, una mousse, gominolas, etc. Otra opción es preparar unas bombas de chocolate caliente.