Cómo hacer pudding de chía
Receta paso a paso, trucos y consejos para elaborar de forma fácil, rápida y barata un saludable y nutritivo pudding de chía.
Servings: 2 personas
Equipment
Ingredientes
- 180 ml leche o bebida vegetal
- 25 g semillas de chía
- 4 fresas
- 1 yogur
- Granola
Elaboración paso a paso
- En el vaso de la batidora colocamos la leche o bebida vegetal y las fresas. En esta ocasión yo he usado fresas congeladas, pero puedes usar fresas frescas o la fruta que más te guste. Si lo deseas puedes endulzar al gusto con sirope de agave, miel, pasta de dátiles, azúcar,...
- Con la ayuda de una cuchara, mezclamos muy bien la chía con la leche para evitar que se formen grumos a medida que la chía se vaya hidratando.
- Metemos en la nevera y dejamos reposar un mínimo de 4h, aunque sería preferible dejarlo toda la noche.
- Pasado este tiempo, la chía se habrá hidratado y absorbido gran parte del líquido, por lo que el pudding habrá espesado y tendremos la consistencia similar a unas natillas.
- Repartimos el pudding en dos vasos o cuencos y cubrimos con un poco de yogur y granola crujiente por encima.
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Notas
Para preparar este pudding de chía podremos usar el tipo de leche o bebida vegetal que más nos guste o consumamos normalmente en casa, ya que no afectará al resultado final de esta receta. De la misma forma, en esta ocasión yo he usado unas fresas congeladas, pero las podremos usar frescas o cambiarlas por otra fruta que nos guste. Los arándanos, las frambuesas o el melocotón bien maduro son mis opciones favoritas. Es importante que cuando agreguemos la chía a la leche la removamos muy bien, ya que solo así evitaremos que se formen grumos y el pudding cuajará de forma uniforme. De la misma manera deberemos dejarlo reposar durante un mínimo de 4 horas para que coja consistencia. Si lo vas a tomar en el desayuno, puedes dejarlo preparado en la nevera justo antes de acostarte, así por la mañana encontrarás el desayuno listo. Con el dulzor que aportan las fresas para mi es suficiente, pero si lo prefieres puedes endulzar el pudding con azúcar, miel, sirope de agave, stevia, pasta de dátiles, o con el endulzante que uses normalmente. Para aportar todavía más sabor y un poco de contraste de sabores y texturas, he complementado el pudding con un poco de yogur natural casero por encima y una cucharada de granola crujiente con chocolate. Lo mejor de esta receta es que, además de ser muy saludable y saciante, podremos personalizarla a nuestro gusto o en función de las frutas que estén en temporada.