Calentamos la olla donde vamos a realizar la crema con un chorrito de aceite de oliva; agregamos la cebolla con una pizca de sal y la pochamos, removiendo de vez en cuando.
A continuación, pelamos la patata y la cortamos en dados.
La añadimos a la cebolla pochada, salpimentamos al gusto y dejamos cocinar durante 3 minutos, removiendo de vez en cuando.
Cortamos la coliflor en ramilletes y la enjuagamos para limpiarla.
La agregamos a la olla junto con el vaso de leche (o bebida vegetal) y el agua. La cantidad de agua es orientativa, ya que dependerá de lo grande que sea vuestra coliflor y patatas, así como de lo espesa que os guste la crema. A mi personalmente me gusta que el líquido quede a la misma altura en la olla que las verduras, dejándolas sumergidas pero sin sobrepasarlas.
Salpimentamos al gusto, agregamos una pizca de orégano fresco y dejamos cocinar a fuego medio durante 20-30 minutos, removiendo de vez en cuando.
Pasado este tiempo, y cuando comprobemos que las verduras están cocinadas, trituramos bien hasta conseguir una crema suave.
Probamos y corregimos de sal en caso de que sea necesario.
Para la tosta de tomate seco:
Empezaremos preparando el pan crujiente, para ello en un procesador de alimentos mezclamos las nueces, las semillas de amapola, la chía, la harina de arroz y la avena.
Picamos bien, hasta conseguir un polvo fino y homogéneo.
Lo pasamos a un cuenco y añadimos el aceite de oliva y el agua; amasamos hasta conseguir una masa homogénea. En caso de ser necesario, podemos añadir un poco más de agua, pero en pequeñas cantidades.
Colocaremos la masa entre dos hojas de papel de horno y la estiramos con un rodillo hasta conseguir una lámina fina.
Sin quitar el papel de horno, la horneamos durante 15 minutos con el horno precalentado a 150ºC.
Cuando esté lista, la sacamos del horno y, antes de que se enfríe, cortamos las porciones con un cuchillo afilado. Ten en cuenta que una vez frío se volverá muy crujiente, y tendríamos que romperlo para trocearlo.
Para acabar la tosta, colocamos los tomates secos escurridos en el vaso del procesador de alimentos y picamos bien.
Colocamos una cucharada de tomates secos picados sobre la tosta y coronamos con queso curado o vegano rallado al gusto por encima. Finalmente, lo decoramos con unas hojas de orégano fresco.
Serviremos la crema caliente acompañada por la tosta crujiente.