Para empanar y freír las croquetas de jamón serrano
3huevosbatidos
Pan rallado
Aceitesuave para freír
Elaboración paso a paso
Con la ayuda de un procesador de alimentos o con un cuchillo afilado picamos el jamón serrano. Podemos trocearlo en dados pequeños, hacer pequeñas viruta so picarlo muy fino, en función del resultado final que busquemos. Yo lo corto en dados pequeños, pues me gusta encontrar los trozos de jamón dentro de la croqueta.
Picamos la cebolla muy fina y la pochamos a fuego suave en una sartén con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal.
Cuando esté transparente agregamos una cucharada de mantequilla y la harina. Removemos constantemente con una cuchara de madera y tostamos un poco la harina. Poco a poco se irá formando una masa densa con la mezcla, seguimos removiendo para que no se queme un par de minutos.
Agregamos también el jamón serrano picado y mezclamos.
De poco en poco, y sin dejar de remover, iremos agregando la leche. Cuando ese pequeño chorrito de leche se haya unido a la masa de harina y jamón y haya espesado, agregamos un poco más y seguimos removiendo. Seguiremos así hasta integrar toda la leche. La cantidad de leche indicada es orientativa, pues buscamos una masa espesa pero a la vez cremosa. Cuando removamos con la cuchara de madera, la masa se debe ser lo suficientemente espesa como para separarse de la sartén al dibujar una línea.
Sazonamos al gusto con pimienta recién molida y una pizca de sal. Bebemos ir con cuidado a la hora de agregar sal, pues el jamón serrano ya aportará sal a las croquetas.
Colocamos la masa de las croquetas en un recipiente de cristal y lo tapamos a piel con film (es decir, que el film toque la masa) y lo dejamos acabar de enfriar por completo en la nevera. Pasadas un par de horas verás como la mezcla ha espesado más, por lo que te resultará mucho más fácil darle forma a las croquetas.
Le damos forma a las croquetas con las manos o con una cuchara, puedes hacerlas alargadas o redondas y del tamaño deseado. Yo las he hecho redondas y de dos bocados, obteniendo 35 croquetas.
Las pasamos por huevo batido y después las rebozamos con pan rallado, asegurándonos de que han quedado bien empanadas.
Las freímos en abundante aceite bien caliente y las dejamos escurrir unos segundos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Las serviremos antes de que se enfríen.
Notas
Con las cantidades indicadas en esta receta he obtenido 35 croquetas de jamón serrano. En esta ocasión yo las he hecho redondas, pero puedes hacerlas alargadas si lo prefieres y darles el tamaño deseado. Dependiendo de ello el número de croquetas obtenido puede variar.A la hora de preparar croquetas de jamón serrano es muy importante vigilar el punto de sal. Pues no debemos pasarnos, ya que el jamón serrano es salado y resultará muy fácil pasarse de punto.En esta ocasión yo las he sazonado además con una pizca de pimienta recién molida. Si gustas, puedes agregar también un poco de ajo en polvo y nuez moscada.La clave para conseguir unas croquetas cremosas es agregar la leche muy poco a poco y no dejar de remover durante el proceso. Solo así evitaremos la formación de grumos y conseguiremos un resultado de lo más sedoso. Para conseguir unas croquetas llenas de sabor debemos usar un jamón serrano de buena calidad, preferiblemente ibérico. El tamaño que le demos al jamón va en función de los gustos de cada uno, pues hay personas a las que les gusta encontrarse los trozos de jamón dentro de la croqueta mientras que otros prefieren un relleno suave sin trozos. Puedes picar el jamón del tamaño deseado, pero yo te recomiendo utilizar pequeñas virutas de jamón.
Cómo congelar las croquetas caseras
Una vez tengamos todas las croquetas preparadas (y antes de freírlas), podremos congelar las que no vayamos a consumir ese día. Hacerlo es muy fácil, solo tendremos que colocarlas una al lado de la otra en un plato o bandeja cubierto por film transparente y llevarlas al congelador durante un par de horas. Cuando se hayan congelado por completo, las colocaremos todas juntas dentro de una bolsa de congelación bien cerrada.En el momento en el que queramos cocinarlas, solo tendremos que freírlas en aceite bien caliente. Lo haremos directamente y sin descongelarlas primero.