• En un cazo colocamos las patatas sin pelar (preferiblemente todas de un tamaño similar) y las cubrimos con agua. Agregamos una cucharada de sal y lo llevamos a ebullición.
• Coceremos las patatas unos 30 minutos o hasta que estén blandas. Sabremos que están listas porque podremos atravesarlas con un cuchillo sin que ofrezca resistencia para entrar o para salir. Recuerda que el tiempo de cocción dependerá siempre del tamaño de las patatas.
  
• Cuando estén listas, las escurrimos y las dejamos atemperar.
• Cuando podamos manipular las patatas sin quemarnos, las pelamos y las cortamos en rodajas o dados de un tamaño uniforme.
• Aprovechamos el tiempo de cocción para picar la cebolla finamente. La colocamos en un cuenco y reservamos.
  
• Aprovecharemos el tiempo de cocción, para dejar lista también la salsa remoulade.

Cómo hacer salsa remoulade casera

• Con la ayuda de un cuchillo vamos a picar muy finamente los pepinillos y las alcaparras.
• En un cuenco colocamos los lomos de anchoa y los machacamos muy bien con un mortero o con una cuchara para que se deshagan.
• Agregamos la mayonesa y la mostaza y mezclamos muy bien.
• Añadimos también los pepinillos y las alcaparras picadas y mezclamos. Si quieres una salsa más fina, puedes triturarlo todo junto con una batidora, pero a mi me gusta más picarlo todo muy fino con un cuchillo.

Cómo aliñar y servir la ensalada fría de patatas

• En un cuenco amplio vamos a colocar las patatas troceadas en láminas o dados, la cebolla y la salsa remoulade casera. Lo mezclamos muy bien con suavidad, para no chafar o romper las patatas.
• Picamos finamente estragón, perejil o eneldo fresco (el que más te guste o una mezcla de ellos) y lo espolvoreamos por encima.
• Volvemos a mezclar, cubrimos el cuenco con film y lo llevamos a la nevera al menos 1 hora antes de servir. De esta manera estará bien fría y los sabores se habrán intensificado.