En un cazo a fuego medio infusionamos ⅔ de la leche junto con el azúcar, una rama de canela y la vainilla en pasta. Iremos removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva por completo. Lo dejaremos unos 15 minutos a fuego medio; no es necesario que la mezcla llegue a hervir aunque sí debe estar caliente para que la canela desprenda sus aromas.
Mientras la leche se infusiona, disolvemos la maicena en la leche fría que habíamos reservado. Como puedes ver en el vídeo, cuando la leche está fría, la maicena se disuelve muy fácilmente removiendo únicamente con una cuchara. La reservamos hasta el momento de usarla.
Aprovechamos también para separar dos yemas de huevo. Las reservamos.
Agregamos una buena capa de caramelo líquido en el fondo del molde escogido. En esta ocasión yo voy a utilizar un molde de silicona rectangular de Tupperware, ya que tiene una forma muy chula y el flan quedará muy vistoso, pero podrás usar cualquier tipo de molde, incluso flaneras individuales.
Cuando la leche se haya infusionado, eliminamos la rama de canela y agregamos la taza de leche con la maicena disuelta. Seguimos cocinando a fuego medio sin dejar de remover con unas varillas.
La mezcla irá espesando poco a poco y pasados unos 5 o 6 minutos ya estará lista. Buscamos una textura densa pero cremosa, en la que se dibujen las marcas de las varillas durante unos pocos segundos antes de alisarse.
En este momento agregamos las dos yemas de huevo y seguimos removiendo otro minuto hasta que se hayan integrado a la perfección.
Inmediatamente vertemos la mezcla en el molde, ya que cuando se enfríe cogerá todavía más cuerpo. Lo haremos poco a poco y con cuidado de no mover el caramelo del fondo.
Movemos un poco el molde y damos unos golpes sobre la encimera para eliminar las posibles burbujas de aire y alisar la superficie.
Lo dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que se haya enfriado al tacto. En este momento lo llevaremos a la nevera, donde lo dejaremos un mínimo de 6h para que acabe de cuajar.
Finalmente ya solo nos quedará sacarlo del molde. Como puedes ver en el vídeo, gracias al caramelo no se ha pegado nada al molde de silicona, por lo que sacarlo es muy fácil. Para que no se desmorone al darle la vuelta, he reforzado el molde de silicona con uno de metal con la misma forma. Colocamos un plato o fuente sobre el molde y lo volteamos con cuidado.
Solo nos quedará cortarlo en porciones y disfrutar de un rico postre.
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Notas
En esta ocasión yo he utilizado caramelo ya comprado, pero si lo prefieres puedes preparar caramelo líquido casero siguiendo esta receta.Con esta misma receta y cantidades podrás darle al flan el sabor que más te guste. En el momento de aromatizar la leche yo he agregado vainilla y canela, pero puedes sustituirla por café soluble, piel de limón o naranja, cacao en polvo,...