En un cuenco amplio colocamos la mantequilla sin sal a temperatura ambiente y cortada en dados, el azúcar moreno y el aroma de vainilla.
Mezclamos muy bien con una espátula de silicona, aplastando la mantequilla para que se integre a la perfección. Aunque al principio esté un poco dura, se ablandará en seguida a medida que la vayamos trabajando.
Agregamos el huevo y mezclamos bien para que se integre.
Ahora es el turno de los ingredientes secos: incorporamos la levadura, la harina, los copos de avena y una pizca de sal. Mezclamos muy bien con la espátula de silicona hasta obtener una masa homogénea.
Agregamos las pepitas de chocolate y mezclamos para repartirlas bien en la masa.
Preparamos una bandeja de horno cubierta con papel de horno y vamos formando las galletas con una cuchara para helados. Si no dispones de estas cucharas puedes hacerlo con dos cucharas de mesa o incluso con las manos. Con estas cantidades nos saldrán 12 galletas de un buen tamaño.
Metemos las galletas en el horno precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo y las horneamos durante 17-20 minutos o hasta que estén doradas.
Dejamos enfriarlas por completo sobre una rejilla antes de disfrutarlas.
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Notas
Cuando preparamos galletas o bizcochos bizcocho una rejilla de enfriado es imprescindible, ya que permite que el aire circule tanto por arriba como por abajo, evitando así que se genere vapor en la parte inferior y se mojen o ablanden.En esta ocasión yo he usado pepitas de chocolate negro, pero si lo prefieres puedes usarlas blancas, chips de caramelo o cualquier fruto seco picado que te guste. Incluso puedes combinar ambos si lo deseas.