En una sartén a fuego medio bajo colocamos 3 cucharadas de azúcar y vamos removiendo hasta que se disuelva por completo y no queden grumos. Será muy importante que no se tueste demasiado, solo buscamos un color dorado suave.
Apagamos el fuego y rápidamente añadimos el bicarbonato, seguimos mezclando con una espátula de silicona hasta que tengamos una masa suave y uniforme. La mezcla empezará a burbujear y triplicará su volumen, además seguirá cocinándose, por lo que si habíamos dorado mucho el azúcar, podría quemarse.
Vertemos la mezcla rápidamente sobre papel de horno, lo cubrimos con otra lámina de papel de horno y ponemos un peso encima (por ejemplo un molde para bizcochos) durante 10 segundos.
Cuando se haya enfriado un poco podremos quitar el papel sin que se rompa la galleta.
Con la mezcla aun caliente, marcamos la figura con el cortador de galletas escogido, presionando durante 5 segundos.
Dejamos enfriar por completo y que empiece el juego.
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