Para preparar la base del helado mezclaremos la leche, la nata, la vainilla y el azúcar invertido en un cazo a fuego medio. No lo dejaremos sin vigilancia ya que con el calor la leche sube enseguida y podría desparramarse.
Cuando tengamos la leche caliente, bajamos el fuego y añadimos las yemas de huevo batidas. Removeremos continuamente durante unos 3-4 minutos con unas varillas, hasta que haya espesado ligeramente (como si hiciésemos unas natillas).
Apagamos el fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Lo pasamos a un recipiente de cristal con tapa y dejamos en la nevera unas 6 horas o hasta que la mezcla esté muy fría. Pasado este tiempo ya tendremos la mezcla a punto de preparar el helado con o sin heladera.
Si no dispones de heladera, añade las pepitas de chocolate y las cerezas a la base del helado en este momento y sigue estas instrucciones.
Si tienes una heladera, introduce la base del helado en la heladera y, cuando empiece a coger consistencia, añade las pepitas de chocolate y las cerezas. Deja unos minutos más hasta que el helado esté cuajado. Pincha aquí, para ver el proceso explicado con más detalle.
Ya solo nos queda dejar reposar el helado en el congelador un par de horas antes de servirlo. Lo sacaremos del congelador unos 10 minutos antes de consumirlo para que esté muy cremoso.