En primer lugar enjuagamos y secamos bien los higos. Podremos usar higos blancos (de piel verde), higos colorados (de piel negra o morada) o bien combinarlos; aunque también podremos usar brevas si están en temporada.
A continuación vamos a eliminar la parte de arriba y a cortarlos en cuartos. En este momento podremos pesar la fruta para calcular la cantidad de azúcar a utilizar.
Colocamos los higos en una cacerola junto con el azúcar, que será un poco menos de la mitad del peso de la fruta y, opcionalmente, una cucharada de zumo de limón.
Colocamos ambos ingredientes en un cazo y llevamos a ebullición suave. Iremos removiendo de vez en cuando y rompiendo los trozos de fruta más grandes con la ayuda de una cuchara de madera.
Cocinaremos a fuego medio durante 30 minutos o hasta que la mermelada tenga la consistencia deseada. Ten en cuenta que a mayor cantidad de fruta más tiempo necesitaremos de cocción, pues tardará más en evaporarse parte del líquido. Recuerda también que una vez fría, todavía espesará un poco más.
En el caso de querer una mermelada fina y sin trozos, cuando notemos que la fruta se ha ablandado, podremos triturarla con una batidora de mano. Este es un paso totalmente opcional, yo personalmente solo iré chafando los trozos grandes mientras se va cocinando.
En este momento, si hemos elaborado abundante cantidad, podremos envasarla para consumirla a lo largo de todo el año. En caso de haber hecho poca cantidad, colócala en un recipiente con tapa y conserva en la nevera.
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Notas
La mermelada casera, si la envasamos correctamente, tiene una vida útil muy larga. Aquí te dejo un post muy completo en el que te cuento cómo esterilizar los tarros correctamente y cómo hacer el envasado al vacío de forma eficaz y segura.Siguiendo esta misma receta y cantidades podrás realizar mermelada casera con cualquier tipo de fruta. Mi consejo es que aproveches siempre fruta madura que esté en temporada, pues es cuanto más aromática y dulce es, por lo que obtendremos mejores y más deliciosos resultados.
¿Qué puedo hacer si la mermelada queda demasiado espesa?
Las mermeladas caseras espesan un poco más cuando se enfrían, por lo que podría ocurrir que, una vez lista, haya quedado demasiado espesa para nuestro gusto.Arreglarlo y aligerar un poco la mermelada es muy sencillo, pues solo deberemos colocarla nuevamente en un cazo y cocinarla a fuego medio bajo con un poquito de agua.La iremos agregando muy poco a poco hasta conseguir la consistencia deseada. Ten en cuenta que nos ha quedado muy espesa porque hemos evaporado en exceso el agua de la fruta, por lo que ésta es una forma muy fácil y eficaz de arreglar una mermelada espesa.
¿Qué puedo hacer si la mermelada queda demasiado líquida?
También podría pasar que, una vez fría, no haya espesado como imaginábamos. En este caso la solución también es muy sencilla, pues colocaremos nuevamente la fruta en el cazo y la seguiremos cocinando unos minutos más.De esta forma conseguiremos evaporar una parte del agua que conserva la fruta y se irá espesando poco a poco. Lo haremos siempre con el cazo destapado y el tiempo siempre dependerá de la cantidad de agua que tenga la fruta y del punto que queramos darle.