Mermelada de fresa(ver receta) o mermelada del sabor que más te guste
Elaboración paso a paso
Precalentamos el horno a 180ºC.
En primer lugar prepararemos la base de la tarta, para ello picaremos las galletas junto con las avellanas hasta que estén completamente desmigadas. A continuación derretiremos la mantequilla y la mezclamos bien con las migas de galleta y frutos secos y pasamos la masa resultante al fondo de nuestro molde, donde le daremos una forma uniforme presionando con la ayuda de una cuchara.
Ahora ya deberíamos tener el horno caliente, por lo que introduciremos la base durante 10 minutos. Pasado este tiempo la sacaremos del horno y bajaremos la temperatura del horno a 150ºC.
Para preparar el relleno, batimos los huevos y el azúcar hasta que blanqueen y queden muy espumosos.
A continuación añadimos el yogur, la nata, el aroma de vainilla y el queso crema. Mezclamos bien con la ayuda de una batidora a velocidad baja hasta que se haya integrado todo bien.
Vertemos la mezcla en el molde sobre la base de galleta ya horneada.
Ahora tenemos 2 opciones: hornear la tarta al baño maría o introducir un cuenco con agua al lado de la tarta. De las dos maneras obtendremos la humedad necesaria dentro del horno para que la tarta no se nos rompa; no obstante, al usar un molde desmontable, a mí no me gusta ponerla al baño maría, ya que por muy bien que intentemos sellarlo con papel de aluminio, corremos el riesgo de que entre agua.
Hornearemos la tarta a 150ºC exactamente 1 hora y 45 minutos, es el tiempo justo para que nos quede perfecta. Verás que durante el tiempo de horneado va a subir bastante (aunque sin derramarse, ya que tenemos una temperatura moderada en el horno). ¡No se te ocurra abrir el horno a media cocción, ya que un cambio brusco de temperatura podría rajar la tarta!
Pasado el tiempo de horneado apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta hasta que se haya enfriado por completo. En este momento podremos sacar la tarta del horno y desmoldarla.
Una vez desmoldada, vamos a cubrirla con la mermelada de fresa (o con lo que prefieras).
La dejaremos reposar un mínimo de 4 horas en la nevera antes de servirla, aunque estará mucho más rica de un día para otro.
Notas
Durante el horneado será importante cocinarla al baño maría o bien colocar un recipiente apto para horno lleno de agua al lado de la tarta para generar humedad. Eso nos ayudará a que la cheesecake no se raje por encima. Además, será importante no abrir la puerta del horno durante el horneado para que no pierda temperatura.Una vez lista, conservaremos la tarta en la nevera hasta el momento de servir. Recuerda que esta tarta estará más rica si la preparamos de un día para otro, pues los sabores se potencian.