En primer lugar mezclamos en un recipiente la harina con el azúcar, el aceite y la sal.
Añadimos el aceite, los huevos batidos, la levadura desmenuzada y la leche tibia. Lo mezclamos bien.
Pasamos a la encimera y amasamos enérgicamente hasta conseguir una masa elástica y nada pegajosa (puede que tardes un rato, pero al final acabará por no pegarse a las manos).
Hacemos una bola con la masa y la dejamos en un cuenco cubierto con un paño seco hasta que doble su volumen. Dependiendo de la temperatura de la cocina tardará entre 1 y 2 horas.
Una vez que doble volumen, amasamos de nuevo para desgasificar.
En este momento, dividimos la masa en 9 porciones iguales, les damos forma de bola y las colocamos sobre la bandeja del horno cubierta con papel de horno.
Dejaremos reposar la masa de nuevo hasta que doble su volumen, una hora aproximadamente.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Aplastamos un poco los panes para darle la forma de panecillo, pintamos con huevo batido y, opcionalmente, espolvoreamos con semillas de sésamo.
Horneamos unos 12-15 minutos con calor arriba y abajo o hasta que estén dorados por fuera.
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Notas
Una vez listos podremos utilizar estos panecillos para preparar cualquier tipo de hamburguesa o bocadillo casero.Para conservarlos, una vez fríos los colocaremos en un recipiente hermético o bolsa bien cerrada, donde nos aguantarán tiernos durante dos días. Otra opción es congelarlos en una bolsa de congelación. En el caso de congelarlos, solo deberemos dejarlos descongelar unos 30 minutos a temperatura ambiente antes de rellenarlos.