En primer lugar empezaremos por la masa, así podremos dejarla reposar mientras preparemos el relleno.Para preparar la masa solo tendremos que mezclar ambas harinas con el agua, el aceite y la sal; amasando unos minutos hasta conseguir una masa homogénea y para nada pegajosa. Hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar a temperatura ambiente unos 20 minutos, mientras preparamos el relleno.
Para preparar el relleno empezaremos pelando las patatas y cociéndolas en abundante agua con una pizca de sal hasta que estén perfectamente cocinadas.
Aprovechamos el tiempo de cocción de las patatas para cortar finamente la cebolla y la sofreímos con 1 cucharada de aceite de oliva y una pizca de sal.
Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos y las mezclamos con la cebolla y todas las especias. Las vamos chafando y mezclando con la ayuda de un tenedor, hasta obtener una masa homogénea. En este momento añadimos un poquito de mantequilla y mezclamos bien.
Pasado este tiempo dividimos la masa en 5 porciones y empezaremos a darle forma a los panes.
Para que la explicación quede más clara he ilustrado todos los pasos a seguir mediante fotografías, ya que así también me resulta más fácil la explicación: estiramos una porción de masa y colocamos una cucharada de relleno en el centro; cerramos la masa como si fuera un paquete (primero los dos lados opuestos y después los otros dos). Chafamos un poco con la mano y le damos forma redondita. A continuación le damos la vuelta para que los pliegues queden abajo y volvemos a estirar con el rodillo, con cuidado a que el relleno no se nos salga por ningún lado.
Para ahorrar tiempo podemos ir cocinándolos así como les hayamos dado forma, aunque si lo prefieres puedes dejarlos todos listos y después ir cocinándolos uno a uno. Su cocción no podría ser más fácil: calentamos una sartén la misma sartén donde hemos pochado la cebolla (sin necesidad de limpiarla antes) y añadimos unas gotitas de aceite. Colocamos el pan boca abajo, es decir, por la parte de los pliegues en contacto directo con el calor, y dejamos cocinar a fuego alto unos 3 minutos o hasta que veamos que tiene un color dorado tostado. Le damos la vuelta y lo dejamos unos 2 minutos más por el otro lado.
Mientras vamos cocinando todos nuestros panes, y para prevenir que se nos enfríen, los iremos amontonando y cubriendo con un paño de cocina limpio y seco.