Llevamos a ebullición una olla con abundante agua y una pizca de sal. Agregamos la pasta y la cocinamos el tiempo indicado en el paquete hasta que esté al dente. Cuando esté lista, la escurrimos, reservando 1 taza del agua de cocción.
Aprovechamos el tiempo de cocción de la pasta para saltear las espinacas en una sartén caliente con un chorrito de aceite de oliva. Las sazonamos al gusto con sal y pimienta. Cuando estén listas, las retiramos del fuego.
Mientras se cuece la pasta, en un cuenco amplio colocamos el queso ricota, el zumo y la ralladura de 1 limón, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto. Lo mezclamos bien y comprobamos que está a nuestro gusto.
Con todo listo, vamos a mezclar muy bien la pasta escurrida, las espinacas y la salsa de queso ricota y limón. Agregaremos también 2 cazos del agua de cocción de la pasta, consiguiendo así una salsa mucho más cremosa.
Lo mezclamos muy bien y ya estará listo para disfrutar, no sin antes espolvorear un poco de parmesano rallado por encima. ¡Buon appetito!
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Notas
Añade el agua de cocción poco a poco hasta conseguir la textura deseada.