Colocamos los huevos en un cazo con agua fría y llevamos a ebullición. Contaremos 10 minutos desde que empiece a hervir y retiramos del fuego. Los sumergimos en agua fría para parar la cocción.
Cubrimos el molde con film transparente. De esta manera conseguiremos desmoldar sin problemas el pastel frío una vez esté listo.
Cubrimos el fondo del molde usado con las rebanadas de pan. Es importante cubrir muy bien todo el fondo, por lo que iremos tapando los posibles huecos con trocitos de pan de molde.
Picamos, enjuagamos y escurrimos muy bien la lechuga. Picamos también 2 palitos de surimi.
Mezclamos la lechuga y los dos palitos de cangrejo picados con 1 cucharada de mayonesa. Colocamos la mezcla sobre el pan de molde y lo repartimos bien.
Tapamos con otra capa de pan de molde y lo aliñamos con un chorrito de aceite de oliva.
Colocamos el jamón y el queso y volvemos a tapar con más pan de molde.
Picamos el resto de surimi y 3 huevos. Los mezclamos con 1 cucharada de mayonesa y lo repartimos en la tarta.
Cubrimos con la capa final de pan de molde y envolvemos bien con film transparente. Colocamos un peso sobre el pastel, como por ejemplo una botella o un Tupper con fruta, y lo llevamos a la nevera al menos 2 horas para que se asiente. El peso nos ayudará a que quede más compacto y no se deshaga al cortarlo.
Cuando haya reposado un par de horas (o incluso toda la noche), desmoldamos el pastel con cuidado y lo colocamos en el plato donde lo vayamos a presentar.
Mezclamos 4 cucharadas generosas de mayonesa con 5 cucharadas de queso crema. Con la ayuda de una espátula untamos bien todo el pastel.
Rallamos el huevo restante por encima y decoramos con unas flores de rabanitos y tomate cherry.
Llevamos a la nevera hasta el momento de servir.
Notas
Para preparar el pastel frío de pan de molde podremos usar cualquier molde que tengamos en casa. Puede ser redondo o alargado y no es necesario que sea desmontable, ya que usaremos film transparente para poder sacarlo sin problemas. Ajustar las cantidades a cada molde es muy fácil.Es importante que dejemos reposar el pastel en la nevera un mínimo de 2 horas con un peso encima antes de sacarlo del molde. Eso nos ayudará a que el pastel frío quede compacto y que no se rompa o desmonte cuando lo sirvamos. Para hacer de peso cubriremos bien la superficie con film para que no entre en contacto directo con el pastel, así podremos usar cualquier cosa que se ajuste a la medida del molde: unas latas, un plato con fruta, una olla pesada,… Pasado este tiempo podremos untarlo con la crema y decorarlo de forma sencilla, ya que los trozos de pan de molde se habrán unido los unos a los otros y no se va a desmontar.