Lo primero que vamos a hacer será lavar muy bien las patatas, ya que en esta ocasión vamos a cocinarlas con piel. Pata ello las enjuagaremos muy bien bajo el grifo, eliminando toda la tierra que puedan tener.
Colocamos las patatas en una olla y las cubrimos totalmente con agua.
Agregamos una cucharadita de sal y las cocemos unos 15 minutos o hasta que estén cocidas. Ten en cuenta que el tiempo de cocción variará en función del tamaño de las patatas, es por ello que vamos a usarlas todas de un tamaño similar. Sabremos que están listas porque las notaremos blandas al pincharlas con un cuchillo.
Cuando las patatas estén listas, las escurrimos con la ayuda de un colador. Iremos con cuidado a no quemarnos, porque el agua estará muy caliente.
Dejaremos atemperar un poco las patatas, lo justo para no quemarnos, puesto que para conseguir mejores resultados no debemos dejarlas enfriar completamente.
Colocamos una patata cocida sobre una tabla de cocina o directamente sobre la bandeja del horno y la chafamos con la ayuda de la parte plana de un vaso. Como puedes ver en el vídeo es un proceso super fácil y rápido de hacer, ya que las patatas están blandas y no es necesario hacer demasiada fuerza para aplastarlas.
Cuando estén todas chafadas podremos sazonarlas al gusto. En esta ocasión yo utilizaré sal gorda, pimienta recién molida, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, vinagre, romero y salvia fresca.
Las llevaremos al horno o freidora de aire precalentado a 180ºC, donde las cocinaremos (sin darles la vuelta) unos 20 minutos o hasta que estén bien doradas y crujientes por encima.
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Notas
La cantidad de ingredientes podrás regularla en función del número de comensales. Contaremos 2 o 3 patatas por persona, en función de su tamaño.Podremos usar la variedad de patatas que más nos gusten, intentando que tengan todas un tamaño similar para una cocción uniforme. Escogeremos, preferiblemente, patatas de tamaño pequeño.Una vez tengamos las patatas asadas, el vinagre no aportará nada de sabor, pero es el ingrediente secreto que nos va a ayudar a que queden mucho más crujientes y doradas por fuera.Podrás aliñar las patatas como más te guste: ajo machacado, mantequilla o cualquier otra especia o hierba aromática fresca o seca que te guste.