Troceamos el queso en dados de unos dos bocados aproximadamente.
Preparamos la tempura mezclando el preparado de harina con agua fría, siguiendo las proporciones que indique el paquete.
Ponemos el aceite a calentar a fuego fuerte. Para comprobar que el aceite está a punto para freír, tiramos una gotita de la tempura en el aceite. Si la gotita de tempura se infla y flota enseguida, es que ya lo tenemos a la temperatura perfecta.
En este momento sumergimos el queso en la tempura y escurrimos el exceso.
Inmediatamente colocamos el queso en la sartén y lo dejamos freír hasta que esté dorado por ambos lados.
Cuando lo saquemos de la sartén, lo dejamos escurrir un par de segundos sobre un plato con papel de cocina absorbente.
Servimos antes de que se enfríe con la mermelada de fresa por encima.
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Notas
Consejos para hacer queso en tempura perfecto:
Hacer queso frito en tempura es muy sencillo, solo debemos tener en cuenta un par de consideraciones para conseguir un resultado perfecto.En primer lugar es importante que la mezcla de tempura no sea demasiado líquida. Tal y como puedes ver en el vídeo, debe ser una mezcla un poco densa, de modo que permita una capa uniforme de rebozado y el queso no se escape al freírlo.El aceite debe estar bien caliente cuando vayamos a freír la tempura, solo así conseguiremos un rebozado crujiente y aireado. Si metemos el queso con el aceite frío, el rebozado se despegará del queso y absorberá un exceso de aceite.Lo mejor es cortar el queso en porciones de uno o dos bocados como máximo. Así nos aseguraremos de que el interior se funde a la perfección y de que cada bocado combina un cremoso interior con un crujiente exterior.Siguiendo esta misma receta, podrás usar el queso que más te guste en función de tus gustos. Solo asegúrate de que sea un queso que funde bien.
Cómo servir el queso camembert en tempura
La combinación del queso frito con mermelada es toda una delicia. Si bien a mi me gusta con mermelada de fresa, te animo a probarlo con la mermelada que más te guste. La mermelada de higos es una opción estupenda que combina genial con el queso.Es muy importante rebozar y freír el queso justo antes de servir, ya que si lo servimos frío o recalentado, el rebozado dejará de estar crujiente y este original aperitivo pierde toda su gracia.