Picamos la cebolla en juliana fina (a tiras finitas) y la colocamos en una sartén a fuego fuerte con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Cocinamos durante 3 minutos removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue.
Cuando la cebolla empiece a estar transparente y a coger algo de color, agregamos la cucharada de azúcar moreno, 3 cucharadas de agua y mezclamos bien. Bajamos a fuego medio y seguimos cocinando unos 10-15 minutos removiendo de vez en cuando. Si vemos que se nos queda muy seca, agregamos una cucharada más de agua.
Cuando la cebolla esté bien pochada y haya adquirido un tono caramelizado, retiramos del fuego y empezamos con el pan.
Untamos las rebanadas de pan con una fina capa de mayonesa por ambas caras y la colocamos sobre una plancha a fuego medio.
Cuando esté dorado por un lado, le damos la vuelta y colocamos encima el queso finamente loncheado y la cebolla caramelizada encima.
Dejamos dorar el pan por el otro lado y, cuando esté listo, tapamos el sándwich, lo retiramos del fuego y lo servimos inmediatamente antes de que se enfríe.
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Notas
Como truco para que el pan nos quede dorado y crujiente vamos a usar mayonesa. Puede que en un principio te suene extraño, pero seguro que en más de una ocasión has visto usar mantequilla. La mayonesa, al ser más fácil de untar que la mantequilla, nos permite usar una menor cantidad (reduciendo así la cantidad de grasa) y a la vez aporta sabor.Podrás usar el tipo de mostaza que más te guste. Para sándwiches yo siempre uso mostaza antigua, aunque la mostaza de Dijón también combina genial.Para ahorrar tiempo en la preparación, podrás dejar lista la cebolla caramelizada con antelación y conservarla en la nevera hasta una semana en un recipiente cerrado herméticamente. En el momento de usarla, solo tendrás que esparcirla sobre el sándwich y esperar a que el calor de la plancha la caliente.Para que el queso se funda completamente dentro del sándwich, podremos agregarlo rallado. De esta forma será más fácil que el calor lo derrita.