Empezaremos esta receta hidratando las hojas de gelatina. Para ello las sumergimos en agua fría y las dejamos unos 5 minutos.
Pasado este tiempo, las escurrimos muy bien con la ayuda de nuestras manos y las mezclamos con la leche de coco que habremos calentado en el microondas. No es necesario que la mezcla llegue a hervir.
Removemos bien hasta que se disuelvan y, en este momento, agregamos también el coco rallado.
Dejamos reposar la mezcla a temperatura ambiente hasta que se enfríe al tacto. Será importante no llevarlo a la nevera, pues no queremos que la gelatina cuaje.
Base de la tarta
Mientras la mezcla de coco se enfría prepararemos la base de la tarta y, para ello, picaremos la galleta con un procesador de alimentos. No te preocupes si no tienes uno, porque podrás colocar las galletas en una bolsa con cierre zip y aplastarlas con un rodillo hasta que estén bien picadas.
Cuando las galletas estén picadas, llevamos la mantequilla al microondas durante 20 segundos para derretirla.
Mezclamos bien la galleta picada, el coco rallado y la mantequilla.
Cuando tengamos una masa homogénea la repartimos en el fondo del molde y presionamos bien con una cuchara o con una espátula de silicona hasta que nos quede una base compacta.
Llevamos a la nevera mientras acabamos el relleno de la tarta.
Montamos la tarta
Cuando al tocar la mezcla de coco la notemos a temperatura ambiente, podremos seguir con el resto del relleno. Será importante que no siga caliente, pues derretiría la nata y no nos quedaría cremosa.
Colocamos la nata en un cuenco amplio y empezamos a batirla con la ayuda de unas varillas manuales o eléctricas.
Cuando la mezcla empiece a espumar, vamos vertiendo el azúcar poco a poco mientras seguimos batiendo.
Seguiremos montándola hasta que la nata esté firme. En este momento será importante dejar de batir, pues podría cortarse.
En este momento vamos agregando poco a poco la mezcla de coco, mientras la vamos integrando con una espátula mediante movimientos envolventes. Será importante hacerlo suavemente para que la mezcla quede muy aireada y cremosa.
Vertemos la mezcla en el molde y la llevamos a la nevera un mínimo de 6 horas para que coja consistencia. Preferiblemente la dejaremos toda la noche para que se potencien los aromas.
Desmoldar y decorar
Pasado el tiempo de refrigeración podremos desmoldarla y decorarla a nuestro gusto. En esta ocasión yo la he decorado con unos trozos de coco natural.
Será importante conservar la tarta en la nevera justo hasta el momento de servir, pues es super ligera y la nata podría deshacerse con el calor.
Otra forma deliciosa de servirla, es llevarla al congelador los 30 minutos antes de servirla. Semicongelada es una auténtica delicia!
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Notas
Ten en cuenta que se trata de una tarta fría de coco super cremosa y aireada, por lo que para prepararla será importante contar con un molde desmontable, ya sea de metal o de silicona. En esta ocasión yo estoy usando un molde desmontable de silicona de 18 cm, pues a la hora de sacar la tarta del molde nos resultará mucho más cómodo y sencillo, pues no se pegará nada a los laterales.En el caso de utilizar un molde desmontable metálico, te recomiendo colocar una tira de acetato en los laterales del molde. De esta manera conseguirás unos bordes perfectos y que no se rompa al desmoldarla. Si no dispones de este tipo de moldes puedes preparar unos postres de coco individuales y servirlo en copas o vasos. De esta forma obtendrás una bonita presentación sin tenerte que preocupar por el desmoldado.