Montamos las claras con unas varillas, cuando empiecen a espumar, agregamos la vainilla en pasta y seguimos batiendo hasta que estén bien firmes. Reservamos.
En otro cuenco, mezclamos el azúcar con el aceite, añadimos la levadura en polvo y mezclamos bien.
Agregamos la harina tamizada y la leche e integramos con unas varillas manuales hasta obtener una masa homogénea. Finalmente incorporamos las claras montadas con la ayuda de una espátula de silicona mediante movimientos envolventes. Es importante mezclar con movimientos suaves, no queremos que las claras se bajen. Eso nos ayudará a conseguir un bizcocho muy esponjoso.
Para darle color a la masa, la dividiremos en dos partes. En un cuenco colocamos ⅓ de la masa, mientras que en otro, dejamos ⅔ de ella.
En el cuenco que tenemos más masa, agregamos unas gotas de colorante verde y mezclamos bien hasta conseguir el tono deseado. La masa restante la teñiremos de rojo.
Engrasamos los moldes con mantequilla y harina o con spray antiadherente y repartimos la masa. Yo he usado 3 moldes de 15 cm + 5 de alto: dos para la masa verde y uno para la roja.
Horneamos en el horno precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo sin ventilador unos 20 minutos o hasta que al pincharla con un palillo nos salga limpio.
Sacamos los bizcochos de los moldes y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Preparamos el relleno y las decoraciones
Preparamos el buttercream de yemas (en las notas te dejo el enlace a la receta) y teñimos ⅓ de rojo y el resto de verde con el colorante en pasta.
Preparamos también el glaseado espejo, o si lo prefieres una ganache de chocolate, mezclando 50 g de chocolate y 40 g de nata 35% MG.
Montaje de la tarta
Fijamos el primer bizcocho verde a la base con un poco de buttercream y rellenamos con una buena capa de crema verde. Encima colocaremos el bizcocho rojo, que también cubriremos con crema verde antes de tapar con el último bizcocho verde.
Con la ayuda de una espátula, cubrimos la tarta con una fina capa de buttercream conocida como "recoge migas" y llevamos al congelador 30 minutos para que la tarta endurezca y no se desmorone al decorarla.
Pasado este tiempo, cubrimos la tarta con una capa de aproximadamente medio centímetro de buttercream verde. Cuando la tengamos lisa, pasaremos a utilizar la espátula dentada, que será lo que nos permitirá darle ese efecto rayado tan bonito.
Utilizar esta espátula es muy sencillo, solo tenemos que pasarla por los bordes de la tarta, apretando ligeramente. Al ir dando la vuelta a la tarta, la espátula irá vaciando algunas líneas de buttercream, por lo que la iremos limpiando de vez en cuando.
Es posible que en algunos espacios hayamos retirado más cobertura de la cuenta, por lo que iremos rellenando esos espacios con una espátula pequeña y seguiremos alisando las líneas con la espátula dentada. Repetiremos sin prisas y con calma hasta que tengamos unas líneas bien definidas.
Llevamos de nuevo la tarta a la nevera o al congelador. Necesitamos dejarla hasta que la cobertura haya endurecido. Este paso es muy importante para conseguir unas líneas bien definidas.
Cuando el buttercream haya endurecido podremos rellenar los huecos con la cobertura roja. Para hacerlo usaremos una manga pastelera. No te preocupes si no te queda uniforme o se ensucian las líneas verdes, al haberlo dejado endurecer podremos retirar el exceso con facilidad.
Cuando tengamos todos los huecos rellenados, pasamos una espátula lisa por los bordes de la tarta presionando ligeramente. La cobertura verde, al haber endurecido permanecerá intacta sobre la tarta, mientras que podremos ir eliminando la roja que estará blanda al haberla mantenido a temperatura ambiente. Iremos limpiando la espátula de vez en cuando.
Le damos el toque final cubriendo la tarta con glaseado espejo o ganache de chocolate encima y dejando que chorree por los lados.
Para hacerla aún más vistosa, he aprovechado los restos de buttercream para hacer unos pequeños árboles de navidad sobre la tarta con una manga pastelera. Los he coronado con una pequeña estrella de azúcar.
Al pulsar el botón "Play" se cargarán las cookies de Youtube. Si deseas cargarlo sin cookies pulsa aquí
Notas
Cómo hacer una tarta rayada o stripped cake
Para elaborar una tarta rayada o stripped cake será imprescindible utilizar una espátula de repostería dentada y una base para tartas giratoria. Combinando estos dos utensilios y un poco de paciencia, conseguiremos un buen resultado de forma sencilla.Este tipo de tartas llaman la atención a simple vista, pero para darle un toque todavía más espectacular podemos combinar la decoración exterior con capas de bizcocho también de colores. De esta forma, al abrirla, mantenemos el efecto óptico y conseguimos dejarlos a todos con la boca abierta.Yo le he dado el toque final "drip cake" con glaseado espejo de chocolate que me sobró de otra elaboración, pero puedes ahorrar tiempo preparando una sencilla ganache de chocolate derritiendo a fuego lento 50 g de chocolate y 40 g de nata 35% MG.