En primer lugar cocemos la zanahoria, la escurrimos y la dejamos enfriar a temperatura ambiente. En este momento pesaremos los 100 gramos.
En el procesador de alimentos mezclamos la zanahoria (ya fría) y la leche condensada. Trituramos hasta que se integren bien hasta obtener una masa muy líquida de color naranja.
Pasamos la masa en un bol y añadimos 100 g de coco rallado (reservamos 25 g para rebozar las bolitas) y lo mezclamos muy bien con la ayuda de un tenedor.
Tapamos el bol con film y dejamos reposar en la nevera toda la noche, de modo que el coco se hidrate y la masa espese. Pasadas unas horas tendremos una masa compacta, tal y como la de la foto, con la cual podremos trabajar.
Con la ayuda de una cucharita vamos haciendo bolitas del tamaño deseado.
Las rebozamos con el coco rallado que hemos reservado.
Notas
Una vez listas, vamos a conservarlas en la nevera hasta el momento de comerlas, ya que si las dejamos fuera se pueden estropear.