En primer lugar eliminamos la corteza de las rebanadas de pan de molde con la ayuda de un cuchillo de sierra. Como truco, te cuento que puedes congelar esas cortezas y guardarlas para cuando prepares masa de albóndigas, ya que el pan remojado en leche las hace de lo más jugosas.
Para preparar el relleno, en un cuenco colocamos el dulce de membrillo y el queso crema. Los mezclamos bien con un tenedor, chafando el membrillo para que se deshaga y podamos obtener una mezcla homogénea.
Untamos un poco de la mezcla sobre una rebanada de pan de molde y colocamos una loncha de queso encima.
Un truco para que la siguiente rebanada se quede bien pegada encima del queso y no se resbale es untarla con una capa muy fina de la mezcla de queso crema y membrillo, así nos aseguraremos de que no se mueve y no se nos desmonta el canapé. Untamos con más relleno y colocamos de nuevo una loncha de queso encima.
Tapamos con la última rebanada de pan y ya lo tendremos listo para cortar y decorar.
A la hora de cortarlas podremos darles el tamaño deseado, aunque mi recomendación es sacar 6 porciones, de modo que nos queden canapés de un bocado.
Para cortar los canapés usaremos un cuchillo panadero de sierra. Para cortarlo en 6 trozos, cortaremos primero el sándwich por la mitad y, posteriormente, cortaremos cada uno de los rectángulos obtenidos en 3 trozos iguales.
Los decoraremos con una pequeña porción de dulce de membrillo por encima y los llevaremos a la nevera hasta el momento de servir.
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Notas
Para preparar estos canapés podrás usar el tipo de queso que más te guste. Mi recomendación es usar un queso curado o semicurado, ya que combinan genial con el dulce de membrillo.