En primer lugar eliminamos la corteza de las rebanadas de pan de molde con la ayuda de un cuchillo de sierra. Como truco, te cuento que puedes congelar esas cortezas y guardarlas para cuando prepares albóndigas, ya que el pan remojado en leche las hace de lo más jugosas.
Con la ayuda de un mortero o un procesador de alimentos, machacamos las avellanas. Nos interesa que queden picadas pero no completamente convertidas en polvo, pues buscamos que nos ayuden a dar textura al canapé. Para hacerlo yo estoy usando el Turbo Chef, un picador manual de Tupperware muy fácil de utilizar.
Untamos la primera rebanada de pan de molde con paté y espolvoreamos las avellanas picadas por encima. Cubrimos con otra rebanada de pan y la untamos con la mermelada escogida. En esta ocasión yo estoy usando mermelada de fresa, pero la de albaricoque o melocotón también combina de maravilla.
Colocamos la última rebanada de pan de molde y le daremos la decoración final untándola con una fina capa de paté, sobre la cual podremos colocar posteriormente unas pocas avellanas picadas por encima.
A la hora de cortarlas podremos darles el tamaño deseado, aunque mi recomendación es sacar 6 porciones, de modo que nos queden canapés de un bocado.
Para cortar los canapés usaremos un cuchillo panadero de sierra. Para cortarlo en 6 trozos, cortaremos primero el sándwich por la mitad y, posteriormente, cortaremos cada uno de los rectángulos obtenidos en 3 trozos iguales.
Decoramos al gusto con avellanas por encima y los dejamos en la nevera hasta el momento de servirlos.
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Notas
En esta ocasión yo he usado avellanas, pero puedes usar cualquier fruto seco que te guste para aportar el toque crujiente. Los pistachos o las almendras también son una estupenda opción.Además podremos hacer las combinaciones de patés y mermeladas que prefiramos; hoy yo he combinado un paté picante con una mermelada de fresa, pero un buen paté ibérico con mermelada de arándanos también es una auténtica delicia.