Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
Limpiamos y secamos los pimientos y los colocamos en la bandeja del horno.
Horneamos los pimientos unos 40 minutos o hasta que estén tiernos (el tiempo de horneado puede variar en función del tamaño de los pimientos usados). A los 20 minutos aproximadamente, les daremos la vuelta.
Cuando los pimientos estén listos, los sacamos del horno y los dejamos templar.
Cuando ya podamos manipularos sin quemarnos, vamos a retirar la piel y las semillas con la ayuda de las manos y los trocearemos a tiras. Escurrimos el jugo que hayan soltado y reservamos.
Pelamos los ajos y con la ayuda de una mandolina los laminamos muy finos.
En una sartén a fuego medio agregamos un buen chorro de aceite de oliva, guindilla al gusto y los ajos.
Cuando empiecen a dorar (cuidado porque se queman muy rápido) agregamos el pimiento cortado y sazonamos al gusto.
Sofreímos todo junto unos 3 minutos y servimos inmediatamente antes de que se enfríen.
Notas
Una vez listos podremos servir los pimientos al ajillo como aperitivo junto con unas tostadas de pan, pero también son una guarnición deliciosa para todo tipo de platos de carne y pescado.Además, son el complemento perfecto para todo tipo de ensaladas, tanto frías como calientes.