Precalentamos el horno a 190ºC, con calor arriba y abajo.
Pelamos las peras, las cortamos por la mitad y le sacamos el corazón, con cuidado para no romperlas ya que nos interesa que conserven la forma. Reservamos hasta el momento de su uso.
Estiramos la lámina de hojaldre en una superficie plana y la dividimos en 8 porciones iguales y rectangulares con la ayuda de un cuchillo afilado.
Ahora, viene lo difícil de explicar pero muy fácil de hacer: con la ayuda del cuchillo cortamos una «L» en las dos esquinas opuestas de cada rectángulo (sin acabar de cortar en los otros dos extremos) y pincelamos con huevo batido.
Cogemos la punta de una de las «L» y la cruzamos hacia el otro lado (pasando una por encima de la otra).
Hacemos lo mismo con la otra «L». Pintamos nuevamente con huevo batido.
Laminamos cada una de las medias peras y las colocamos en el centro de nuestras tartitas (media pera para cada una).
Encima de cada pera colocamos 1 cucharada de nata, 1 cucharadita de azúcar moreno y una pizca generosa de sal. La sencillez de esta receta reside en que una vez lo introduzcamos en el horno el toffee salado se hará "solo", ya que los tres ingredientes se van a combinar a la perfección.
Introducimos en el horno unos 30 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado y crujiente.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar por completo.
De forma opcional, podremos espolvorear azúcar glas por encima antes de servir.