Con la llegada de la primavera, el aire se llena de fragancias frescas, los limoneros florecen y la lavanda perfuma los campos. Y no hay mejor forma de capturar esa esencia que con unas galletas caseras de limón y lavanda.
Son crujientes, delicadas y con ese toque floral que las hace únicas. Además, son muy fáciles de preparar, incluso si no tienes mucha experiencia en repostería. Perfectas para hacer en familia o para regalar en una cajita bonita: puro aroma a hogar.

La lavanda es muy aromática, y aunque se suaviza con el limón, podemos añadir cantidad al gusto, yo te recomiendo que empieces por poco y ya para próximas ocasiones ir subiendo la cantidad. Cuando comemos un postre con exceso de lavanda es bastante amargo y provoca la desagradable sensación de estar comiendo jabón o perfume.
Vídeo recomendado
A continuación te dejo un vídeo con la elaboración paso a paso de la crema inglesa con la que hemos acompañado este pudin. Aprovecho para recordarte que en mi canal de YouTube publico una nueva receta y muchos trucos todas las semanas, así que no dudes en suscribirte ya mismo. Tu apoyo es muy importante para seguir creando contenidos.
Un poco de historia
La combinación de limón y lavanda no es nueva: lleva siglos utilizándose en la repostería provenzal y británica.
El limón aporta frescura y equilibrio, mientras que la lavanda, con su perfume sutil, convierte una simple galleta en una experiencia aromática.
Esa mezcla entre lo cítrico y lo floral es lo que hace que estas galletas sean tan especiales y delicadas.
Galletas de limón y lavanda
Ingredientes
- 200 g mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 100 g azúcar blanco
- 1 huevo
- 350 g harina de trigo común
- 1 cda flores de lavanda secas
- 1 limón (la ralladura + 2 cdas jugo)
Utensilios recomendados para esta receta
A continuación detallo algunos utensilios que he usado para esta receta y que puedes encontrar en Amazon u otros sitios (contiene enlaces de afiliado).
Elaboración paso a paso
- Con la ayuda de la batidora eléctrica mezclamos el azúcar con la mantequilla hasta que consigamos una textura cremosa y blanquecina.
- En este momento añadimos los huevos, la ralladura de limón y las flores de lavanda y mezclamos bien.
- Añadimos también la harina y mezclamos a velocidad baja hasta que se haya integrado a la perfección.
- Hacemos una disco con la masa, lo envolvemos en film y lo llevamos a la nevera al menos 1 hora.
- Espolvoreamos un poco de harina sobre la encimera y por el rodillo y estiramos la masa del grosor deseado, pero intentando darle el mismo grosor por todo.
- Con la ayuda de un cortador de galletas les damos la forma deseada y las colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel de horno.
- Llevamos al horno precalentado a 180ºC unos 10 minutos o hasta que veamos que empiezan a dorarse por los bordes. Recuerda que cuanto más finas las hagas, menos tiempo de horno necesitarán.
- Las dejamos enfriar por completo sobre una rejilla antes de comerlas.
- Para que no se ablanden, una vez frías las guardaremos en una lata o recipiente hermético.

Por qué te van a encantar estas galletas
Estas galletas de limón y lavanda son el tipo de receta que conquista por su sencillez y elegancia a la vez.
- Tienen una textura ligera, crujiente y ligeramente mantecosa.
- El aroma del limón y la lavanda convierte la cocina en un pequeño taller de primavera.
- Son perfectas para acompañar el té o café, para regalar o para una merienda especial.
- Además, aguantan muy bien varios días si las guardas en una lata o frasco hermético.
Consejos para que salgan perfectas
- No te excedas con la lavanda. Es muy aromática, y en exceso puede recordar al perfume. Empieza con poca cantidad y ajusta en futuras tandas.
- Usa mantequilla a temperatura ambiente. Te ayudará a conseguir una textura cremosa y homogénea.
- Enfría bien la masa antes de hornear. Así evitarás que las galletas pierdan forma y la textura quedará más crujiente.
- Controla el horneado. Cada horno es diferente: retíralas en cuanto los bordes empiecen a dorarse.
- Si quieres un toque extra, puedes añadir una pizca de miel o glasearlas ligeramente con azúcar glas y zumo de limón.
Variaciones que puedes probar
- Sustituye parte del limón por naranja o mandarina para un sabor más dulce.
- Añade una cucharadita de vainilla natural o agua de azahar.
- Si no tienes lavanda comestible, prueba con romero o tomillo limón, que combinan de maravilla con la mantequilla.
- Puedes decorar las galletas con un poco de azúcar gruesa antes de hornearlas para darles un toque rústico y brillante.
☕ ¿Con qué acompañar estas galletas?
Estas galletas combinan especialmente bien con:
- Una taza de té de lavanda, manzanilla o Earl Grey.
- Café suave o un capuchino cremoso.
- Un yogur griego con miel y frutas.
- O simplemente solas, como un detalle dulce al final de una comida.
❓ Preguntas frecuentes
¿Puedo usar lavanda del jardín?
Sí, pero asegúrate de que sea lavanda comestible (no tratada con pesticidas) y utiliza solo las flores secas.
¿Se pueden congelar?
Sí. Puedes congelar la masa en discos bien envueltos en film durante hasta 2 meses. Descongela en la nevera antes de usar.
¿Cuánto duran las galletas una vez horneadas?
Si las guardas en un recipiente hermético, se mantienen perfectas entre 7 y 10 días.
Mi opinión sobre esta receta
Hay recetas que simplemente te hacen feliz. Estas galletas de limón y lavanda son una de ellas: sencillas, aromáticas y con ese toque casero que te conecta con lo natural.
Cada vez que las horneo, el aroma me recuerda por qué me enamoré de la repostería: porque cocinar es también una forma de cuidar.
Si las preparas, cuéntame
¿Te animas a probarlas? Me encantará leer cómo te quedaron o si hiciste tu propia versión.
Déjame tu comentario más abajo y comparte la receta si te gustó.
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