Si te gustan las galletas caseras con sabor intenso y textura perfecta, esta receta de galletas de mantequilla y almendra te va a encantar. Son crujientes, aromáticas y con ese toque a fruto seco que las hace irresistibles. Además, se preparan con ingredientes simples que probablemente ya tienes en casa.
Hoy te explico paso a paso cómo hacerlas, qué trucos usar para que queden siempre perfectas, cómo conservarlas y algunas variantes si quieres personalizarlas.
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Consejos para que tus galletas de mantequilla y almendra queden perfectas
Aunque no tengas mucha experiencia en repostería, si sigues estos consejos, conseguirás unas galletas caseras deliciosas:
- Usa mantequilla de calidad: es la base del sabor. No la sustituyas por margarina.
- Tuesta ligeramente las almendras antes de incorporarlas: intensifica el sabor (también puedes comprarlas ya tostadas -sin sal-).
- Deja reposar la masa en frío al menos 30 minutos: así mantienen mejor la forma al hornearse.
- No sobrehornees: sácalas cuando los bordes estén dorados, aunque el centro parezca blando. Se endurecerán al enfriar.
- Prueba con almendra molida, laminada o en trocitos: cada formato aporta una textura diferente.
Vídeo de la receta paso a paso
A continuación te dejo un vídeo con la elaboración paso a paso de la receta, así no tendrás excusa para no prepararla. Aprovecho para recordarte que en mi canal de YouTube publico una nueva receta y muchos trucos todas las semanas, así que no dudes en suscribirte ya mismo. Tu apoyo es muy importante para seguir creando contenidos.
Cómo hacer galletas de mantequilla y almendra crujientes y deliciosas
Ingredientes
- 1 huevo
- 125 g mantequilla fría sin sal
- 125 g azúcar
- 125 g almendra sin piel
- 150 g harina de trigo para todo uso
- 5 g polvos de hornear
Utensilios recomendados para esta receta
A continuación detallo algunos utensilios que he usado para esta receta y que puedes encontrar en Amazon u otros sitios (contiene enlaces de afiliado).
Elaboración paso a paso
- Empieza tostando unas almendras peladas en una sartén caliente. Este paso es opcional, pero potenciará muchísimo el aroma de la almendra.
- Con un procesador de alimentos, pica las almendras hasta que no queden trozos grandes.
- Coloca la miga en un cuenco junto con el azúcar, la harina, los polvos de hornear, la mantequilla y el huevo.
- Ahora ve desmenuzando la mantequilla, la cual se irá ablandando con el calor de tus manos y ve integrándola con el resto de ingredientes.
- Cuando tengas una masa homogénea, estírala entre dos papeles de horno y llévalo a la nevera mínimo media hora para que endurezca.
- Pasado este tiempo, dale forma con un cortador de galletas y hornea en el horno precalentado a 180ºC hasta que los bordes estén dorados. No te preocupes si por el centro siguen blandas, ya que endurecerán al enfriarse.
- Deja enfriar por completo antes de disfrutar.
Notas
Variantes de esta receta
Si quieres personalizar tus galletas de mantequilla y almendra, aquí van algunas ideas:
- Añade unas gotas de extracto de vainilla o ralladura de limón o naranja para darles un toque diferente.
- Sustituye parte de la mantequilla por mantequilla de almendra para un sabor aún más intenso.
- Incorpora chips de chocolate, coco rallado o un poco de canela si buscas una versión más original.
Cómo conservar las galletas
Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se mantendrán crujientes durante 5-7 días. También puedes congelarlas ya horneadas o incluso la masa cruda para tener siempre lista una tanda de galletas recién hechas.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puedo usar almendra molida en lugar de trozos?
Sí, aunque cambiará un poco la textura. Con almendra molida quedarán más suaves y homogéneas. Sin ese punto crujiente característico al encontrar un trocito de almendra más grande que el resto.
¿Se puede hacer la receta sin huevo?
Sí, puedes sustituirlo por una cucharada de yogur natural o puré de manzana.
¿Qué hago si la masa queda muy blanda?
Refrigérala más tiempo o añade una cucharada extra de harina hasta que sea manejable.
Estas galletas de mantequilla y almendra son ideales para acompañar un café, regalar o darte un capricho casero. Fáciles, deliciosas y con un sabor inconfundible que enamora a todos. ¡Anímate a prepararlas y cuéntame qué tal te han salido!
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